Nací con un corazón profundo, sensible y lleno de preguntas.

Fui abogada, fui artista, fui hija, fui pareja, fui mujer rota. Por años me adapté a lo que el mundo pedía… hasta que mi cuerpo dijo basta. Las enfermedades llegaron, las emociones me gritaron, la tristeza me habitó.

Y en medio de ese colapso, encontré la puerta: respirar. Volver al cuerpo. Volver a mí. No fue un proceso fácil, pero fue hermoso. Me enamoré de mi sombra, de mi ternura, de mi poder femenino, de mi voz.

Me formé en terapias somáticas, respiración consciente, tantra, sexualidad sagrada y arte como medicina. Pero sobre todo, me formé en la experiencia de mi alma.

Hoy acompaño a mujeres que, como yo, han sentido el vacío. Que han fingido estar bien, que han intentado todo… y que por fin están listas para sentir de verdad.

Mi misión no es salvarte. Es caminar contigo. Con compasión, con presencia, con dulzura. Para que recuerdes quién eres cuando dejas de huir.

✨ Porque tu historia es medicina. Y tú eres digna de ser amada, así, completa. ✨